Federación de Mujeres de Sucumbíos

MANIFIESTO DE LA FEDERACION DE MUJERES DE SUCUMBIOS,

AL CUMPLIR 30 AÑOS DE LUCHA FEMINISTA

Quienes hacemos la Federación de Mujeres de Sucumbíos, este día 15 de julio de 2017 nos encontramos de fiesta.  Treinta años han pasado desde ese 11 de julio de 1987 que vio la luz nuestra Federación, en ese entonces con apenas cuarenta organizaciones, que creyeron que el camino de la unidad era la fuerza que se necesitaba para dar impulso a la lucha por mejorar las condiciones de vida de las mujeres. En la actualidad nuestras organizaciones se han multiplicado, distribuidas a lo largo y ancho de la geografía de la provincia.

Desde nuestro inicio vimos que el camino a recorrer no era fácil, las brechas de género eran muy profundas tanto a nivel nacional como provincial, la sociedad invisibilizaba esta realidad, y dificultaba la presencia y acción pública de las mujeres.  En este contexto, y como parte del movimiento de mujeres del Ecuador, nuestra Organización ha venido luchando incansablemente por la igualdad de género, promoviendo acciones y políticas para alcanzar estos objetivos.

Desde los primeros años, se ha visto como estrategia fundamental el fortalecimiento organizativo de sus bases, a través de la capacitación y formación en el ejercicio de los derechos de las mujeres.

Uno de los problemas más graves que afecta a las mujeres de la provincia es la violencia intrafamiliar y de género, por lo mismo nuestros mayores esfuerzos se han centrado en buscar alternativas frente a la misma.  En este sentido, desde el año 2000 desarrollamos el Programa de Atención Integral a Mujeres Víctimas de Violencia y a sus hijos e hijas, en el que mantenemos una Casa de Acogida para las sobrevivientes de esta problemática, la única experiencia de este tipo en la provincia.

Las dificultades de las mujeres para el acceso a la educación, de índole cultural, social y económico, han impedido que un gran número de mujeres, especialmente rurales, hayan podido terminar sus estudios, lo cual constituye una fuerte traba para el ejercicio de sus derechos principalmente económicos y políticos. Frente a esta realidad en el período 2005-2011 desarrollamos un programa de educación por los propios derechos, permitiendo que muchas mujeres, incluso hombres, concluyan sus estudios en diversos niveles, abriendo posibilidad a algunas de ellas para  realizar estudios superiores.

La falta de empleo en el mercado laboral, así como las dificultades para acceder a recursos para la generación de iniciativas productivas, y la invisibilidad social de su aporte económico a las familias y sociedad en general, a través de las actividades dirigidas al cuidado familiar y a la comunidad, grafica los problemas que se presentan para el ejercicio de los derechos económicos de las mujeres.  Por esta razón, a partir del 2010, hemos impulsado proyectos dirigidos a mejorar esta situación a través de la implementación de cajas de ahorro y crédito con enfoque de género, tiendas comunitarias, manejados por las organizaciones, huertos, etc.

Tampoco hemos dejado de tomar en cuenta la responsabilidad que tiene el Estado Ecuatoriano, en sus diversos niveles de gobierno para promover políticas de igualdad de género.  Por lo mismo, hemos impulsado el desarrollo de agendas políticas de las mujeres a nivel cantonal y parroquial, como instrumentos que orienten tanto la incidencia política de las organizaciones, como el desarrollo de propuestas para negociarlas con los gobiernos locales, exigiendo que se cumpla lo establecido en la Ley de construir presupuestos con enfoque de género.

Luego de hacer una breve revisión de lo que ha significado para nuestra Organización estos treinta años de lucha, nos permitimos plantear algunos aspectos que creemos es necesario tomar en cuenta para consolidar los avances logrados a nivel provincial y nacional en el tema de género, así como para reducir las brechas de género que todavía subsisten. En este sentido, planteamos lo siguiente:

Que, las instituciones estatales a nivel nacional y los gobiernos locales, apoyen la generación de fuentes de empleo y formación profesional, respondiendo a las necesidades y aspiraciones de las mujeres,  fomentando su inserción laboral dentro del mercado formal.

Que, los gobiernos locales, desde su compromiso con los grupos de atención prioritaria, desarrollen planes interinstitucionales de lucha contra la Violencia de Género, para que las victimas tengan una respuesta inmediata y efectiva cuando piden ayuda, garantizando su seguridad y propiciando su bienestar y el de sus hijos e hijas, articulando programas de atención integral que les ayuden a recuperar una vida digna y libre de violencia.

Que se cumpla con el presupuesto asignado por la Ley para atender las necesidades especiales de los grupos vulnerables, mujeres embarazadas, mujeres violentadas, niñas, niños, adolescentes, personas de tercera edad  y quienes tienen alguna discapacidad.  

Que  los gobiernos locales destinen recursos técnicos y financieros para avanzar en la equidad, promocionando proyectos económicos, sociales y culturales en favor de las mujeres que incrementen nuestra participación real en la sociedad y fortalezcan el ejercicio de nuestros derechos.

Que el estado ecuatoriano destine recursos para solventar las necesidades de cobertura del sistema de salud, especialmente en las zonas rurales de la provincia de Sucumbíos, en lo que principalmente se refiere a la atención de la salud sexual y reproductiva de las mujeres, a nivel de especialistas, de equipos de diagnóstico y medicinas para atender este tipo de problemática.

Ante estas necesidades, también reiteramos nuestro compromiso de seguir luchando y aportando en la medida de nuestras capacidades.

¡NO ESTAMOS SOLAS…..ESTAMOS TODAS!MANIFIESTO DE LA FEDERACION DE MUJERES DE SUCUMBIOS,

AL CUMPLIR 30 AÑOS DE LUCHA FEMINISTA

Quienes hacemos la Federación de Mujeres de Sucumbíos, este día 15 de julio de 2017 nos encontramos de fiesta. Treinta años han pasado desde ese 11 de julio de 1987 que vio la luz nuestra Federación, en ese entonces con apenas cuarenta organizaciones, que creyeron que el camino de la unidad era la fuerza que se necesitaba para dar impulso a la lucha por mejorar las condiciones de vida de las mujeres. En la actualidad nuestras organizaciones se han multiplicado, distribuidas a lo largo y ancho de la geografía de la provincia.

Desde nuestro inicio vimos que el camino a recorrer no era fácil, las brechas de género eran muy profundas tanto a nivel nacional como provincial, la sociedad invisibilizaba esta realidad, y dificultaba la presencia y acción pública de las mujeres. En este contexto, y como parte del movimiento de mujeres del Ecuador, nuestra Organización ha venido luchando incansablemente por la igualdad de género, promoviendo acciones y políticas para alcanzar estos objetivos.

Desde los primeros años, se ha visto como estrategia fundamental el fortalecimiento organizativo de sus bases, a través de la capacitación y formación en el ejercicio de los derechos de las mujeres.

Uno de los problemas más graves que afecta a las mujeres de la provincia es la violencia intrafamiliar y de género, por lo mismo nuestros mayores esfuerzos se han centrado en buscar alternativas frente a la misma. En este sentido, desde el año 2000 desarrollamos el Programa de Atención Integral a Mujeres Víctimas de Violencia y a sus hijos e hijas, en el que mantenemos una Casa de Acogida para las sobrevivientes de esta problemática, la única experiencia de este tipo en la provincia.

Las dificultades de las mujeres para el acceso a la educación, de índole cultural, social y económico, han impedido que un gran número de mujeres, especialmente rurales, hayan podido terminar sus estudios, lo cual constituye una fuerte traba para el ejercicio de sus derechos principalmente económicos y políticos. Frente a esta realidad en el período 2005-2011 desarrollamos un programa de educación por los propios derechos, permitiendo que muchas mujeres, incluso hombres, concluyan sus estudios en diversos niveles, abriendo posibilidad a algunas de ellas para realizar estudios superiores.

La falta de empleo en el mercado laboral, así como las dificultades para acceder a recursos para la generación de iniciativas productivas, y la invisibilidad social de su aporte económico a las familias y sociedad en general, a través de las actividades dirigidas al cuidado familiar y a la comunidad, grafica los problemas que se presentan para el ejercicio de los derechos económicos de las mujeres. Por esta razón, a partir del 2010, hemos impulsado proyectos dirigidos a mejorar esta situación a través de la implementación de cajas de ahorro y crédito con enfoque de género, tiendas comunitarias, manejados por las organizaciones, huertos, etc.

Tampoco hemos dejado de tomar en cuenta la responsabilidad que tiene el Estado Ecuatoriano, en sus diversos niveles de gobierno para promover políticas de igualdad de género. Por lo mismo, hemos impulsado el desarrollo de agendas políticas de las mujeres a nivel cantonal y parroquial, como instrumentos que orienten tanto la incidencia política de las organizaciones, como el desarrollo de propuestas para negociarlas con los gobiernos locales, exigiendo que se cumpla lo establecido en la Ley de construir presupuestos con enfoque de género.

Luego de hacer una breve revisión de lo que ha significado para nuestra Organización estos treinta años de lucha, nos permitimos plantear algunos aspectos que creemos es necesario tomar en cuenta para consolidar los avances logrados a nivel provincial y nacional en el tema de género, así como para reducir las brechas de género que todavía subsisten. En este sentido, planteamos lo siguiente:

Que, las instituciones estatales a nivel nacional y los gobiernos locales, apoyen la generación de fuentes de empleo y formación profesional, respondiendo a las necesidades y aspiraciones de las mujeres, fomentando su inserción laboral dentro del mercado formal.

Que, los gobiernos locales, desde su compromiso con los grupos de atención prioritaria, desarrollen planes interinstitucionales de lucha contra la Violencia de Género, para que las victimas tengan una respuesta inmediata y efectiva cuando piden ayuda, garantizando su seguridad y propiciando su bienestar y el de sus hijos e hijas, articulando programas de atención integral que les ayuden a recuperar una vida digna y libre de violencia.

Que se cumpla con el presupuesto asignado por la Ley para atender las necesidades especiales de los grupos vulnerables, mujeres embarazadas, mujeres violentadas, niñas, niños, adolescentes, personas de tercera edad y quienes tienen alguna discapacidad.  

Que los gobiernos locales destinen recursos técnicos y financieros para avanzar en la equidad, promocionando proyectos económicos, sociales y culturales en favor de las mujeres que incrementen nuestra participación real en la sociedad y fortalezcan el ejercicio de nuestros derechos.

Que el estado ecuatoriano destine recursos para solventar las necesidades de cobertura del sistema de salud, especialmente en las zonas rurales de la provincia de Sucumbíos, en lo que principalmente se refiere a la atención de la salud sexual y reproductiva de las mujeres, a nivel de especialistas, de equipos de diagnóstico y medicinas para atender este tipo de problemática.

Ante estas necesidades, también reiteramos nuestro compromiso de seguir luchando y aportando en la medida de nuestras capacidades.

¡NO ESTAMOS SOLAS…..ESTAMOS TODAS!